El Papa Francisco sigue en estado “crítico” y su “pronóstico es actualmente reservado”, informó el Vaticano en un nuevo parte médico este sábado por la tarde. El comunicado precisó que, como parte de su diagnóstico de neumonía bilateral, sufrió durante la mañana una crisis asmática respiratoria prolongada, lo que requirió transfusiones de sangre.
“Esta mañana, el Papa Francisco experimentó una crisis respiratoria asmática prolongada, que también demandó la aplicación de oxígeno de alto flujo”, se indicó en el informe, que también reveló que los análisis de sangre diarios mostraron trombocitopenia, una condición vinculada con la anemia, lo que obligó a la administración de transfusiones.
“Los análisis de sangre de hoy detectaron trombocitopenia asociada a anemia, lo que requirió transfusiones de sangre. El Santo Padre permanece alerta y ha pasado el día en un sillón, aunque su estado ha empeorado respecto a ayer. En este momento, el pronóstico sigue siendo reservado”, concluyó el boletín.
El equipo médico que lo atiende había señalado el viernes por la tarde, en una rueda de prensa, que la evolución de la salud del Papa no era positiva.
“¿Está el Papa fuera de peligro? No, el Papa no está fuera de peligro”, afirmó el doctor Sergio Alfieri ante los periodistas en el hospital romano de Gemelli, donde el Papa se encuentra internado.
Francisco ingresó el 14 de febrero, inicialmente por una bronquitis, pero la Santa Sede informó el martes que había desarrollado neumonía en ambos pulmones, una infección pulmonar potencialmente mortal.