Beber tres tazas de café al día ayuda a proteger la salud del corazón, según estudios

Consumir varias tazas de café cada mañana podría proteger contra enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y la diabetes tipo 2, según un estudio reciente. Los investigadores encontraron que beber tres tazas de café al día (o aproximadamente entre 200 y 300 miligramos de cafeína) disminuye el riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el corazón o el metabolismo.

El café no solo aporta cafeína, sino también una mezcla rica en vitaminas y minerales. Contiene magnesio, potasio y vitaminas del grupo B, reconocidos por sus propiedades antioxidantes y metabólicas, que ayudan a reducir el estrés oxidativo y mejoran el metabolismo, lo que refuerza la idea de incluirlo en una dieta saludable.

“Estos hallazgos sugieren que promover el consumo moderado de café o cafeína como parte de una dieta en personas sanas podría traer beneficios significativos”, señaló el Dr. Chaofu Ke, estadístico médico del Colegio Médico de Suzhou en la Universidad de Soochow, China.

El estudio analizó los datos de más de 500,000 personas de entre 37 y 73 años, participantes del proyecto Biobanco del Reino Unido. De ese grupo, más de 172,000 reportaron su consumo de cafeína, mientras que 188,000 registraron su consumo de café o té.

Los investigadores compararon la ingesta de cafeína de las personas con si habían desarrollado dos o más signos de enfermedad cardiometabólica. Ese término se relaciona con factores de riesgo que pueden dañar la salud del corazón, como la diabetes, el colesterol alto, la presión arterial alta y el exceso de peso corporal.

Los resultados mostraron que cualquier nivel de ingesta de café o cafeína reducía el riesgo de que una persona sufriera múltiples problemas de salud relacionados con el corazón o el metabolismo.

Pero los mejores resultados llegaron con una ingesta moderada de café o cafeína, encontraron. Las personas que bebían tres tazas de café al día tenían un riesgo un 48% menor de enfermedad cardíaca o metabólica, en comparación con las que no bebían café.